viernes, 26 de febrero de 2010

CURRICULUM OCULTO

Por: Ezequiel Chávez Collí

A partir de las sesiones sabatinas de la materia de curículum, surge la inquietud en profundizar el término Curriculum oculto. Es de notar la inquietud que los docentes manifiestan al momento de incorporarse al sistema educativo mexicano y por ende tienden a desvirtuar lo que las instituciones escolares pretenden.
Sin duda, el currículo sienta las bases para nuestro pensar, razonar y actuar… ¿En verdad sucede eso?, basta recorrer retrospectivamente lo que algunos autores mencionan al respecto y de esta manera, estimado lector, podrás reformular tus propias concepciones ¡ah!... también tu pensar y… ¿por qué no?, también tu actuar.
Se inicia por lo tanto con algunas consideraciones. Sabido es que el currículo oculto puede ser mencionado como currículo latente, tácito y no explicitado por el sistema o institución escolar. Comprende el conjunto de aprendizajes no previstos que se forma asistemática y no intencional tienen lugar en el medio escolar. Los resultados, por tanto, no son evaluados ni reconocidos.
El análisis del currículum oculto pone de manifiesto que se desarrollan aprendizajes y destrezas relacionadas con la obediencia y la sumisión a la autoridad.
La expresión fue utilizada por primera vez por Philip W. Jackson, en 1968, para referirse a aquellos componentes, dimensiones o contenidos: transmisión de valores y de normas, formación de actitudes, prácticas de convivencia, etc. esenciales para el funcionamiento de la escuela. Su preocupación fundamental radica en comprender y describir los procesos mentales y las concepciones que tienen los docentes acerca de la enseñanza.
Este autor en su obra “La vida en las aulas” (Madrid, Morata, 1992), realiza investigaciones de tipo etnográfico en las que puede observarse las actividades e interacciones con sus consecuencias educativas. Este trabajo supone uno de los hitos que marca el inicio de las investigaciones etnográficas o cualitativas en el ámbito escolar.
Philip W. Jackson llega a prestar atención a los comentarios que realizan los docentes acerca de su propio trabajo como profesionales y a todo lo que sucede en realidad en el interior de las aulas. Esto le permite advertir que la enseñanza es una actividad más compleja de lo que la mayoría de las personas acostumbran a pensar. Su preocupación fundamental es comprender y describir los procesos mentales y las concepciones implícitas que tienen los docentes acerca de la enseñanza.
Entre algunas de las cuestiones que habría que considerar son las peculiaridades de lo que sucede en el aula. Entre ellas: la multidimensionalidad, la simultaneidad, la inmediatez, la imprevisibilidad, la publicidad y la historia.
Respecto a la primera, la mltidimensionalidad, se puede decir que en el aula suceden gran cantidad de acontecimientos. Por una parte los alumnos y sus interacciones, y por la otra el docente y las interacciones con el grupo. Se encuentran los factores personales y psicosociales que interactúan de modo dinámico.
La simultaneidad es otra peculiaridad. En el aula suceden muchas cosas al mismo tiempo. Las inquietudes, las motivaciones, los comportamientos, etc., de los integrantes del salón de clases interactúan al mismo tiempo.
Otra peculiaridad es la inmediatez. Las acciones de los integrantes de una clase desarrollan a un ritmo muy rápido. Si pensamos en una clase de cuarenta minutos, los sucesos que pueden pasar de modo inmediato serían múltiples.
La imprevisibilidad es otra característica. En una clase suceden acontecimientos no previstos. No es posible conocer toda la gama de preguntas, inquietudes, motivaciones, reacciones de un grupo escolar, por más pequeño que sea éste.
La publicidad: Hay que reconocer que la clase es pública. Hay todo un grupo y lo que en la misma sucede es publicitado dado a conocer fuera de ella con rapidez y fidelidad a veces impredecibles.
La otra peculiaridad es la historia. Una clase implica la acumulación de experiencias, rutinas, normas, etc. Que hacen que el grupo escolar tenga una cierta historicidad en cuanto a experiencias previas, pueda ajustarse al presente y pueda predecir algunas acciones.
El currículo oculto se debería analizar desde una doble perspectiva: los cambios internos de los alumnos y buscar el efecto social, político y económico. Comprender la enseñanza, su planificación, los contenidos, la interacción, docente alumnos, etc. requiere plantearse todos los elementos de los dos tipos de currículo: el manifiesto y el oculto.
Nada es aséptico o neutral. No existe la técnica al margen de los valores, sino que siempre implica la opción ante dilemas. La eficacia en abstracto es no plantearse, no reconocer la dimensión ética o humana de toda intervención que se lleva a cabo con personas.
Existe otra dimensión del currículo que el que se ha determinado nulo. Es necesario atender a lo que las escuelas ocultan y no enseñan a sus alumnos. También existen dimensiones o contenidos que no se atienden porque se considera que o son propios de la escuela.
Pierre Bourdieu en un artículo sobre “Sistemas de enseñanza y sistemas de pensamiento”, muestra como las instituciones escolares moldean los sistemas de pensamiento, crean patrones mentales, formas de percepción de la realidad, etc. La escuela modela a la mentalidad de los hombres cultos que son los que dirigen y gobiernan la sociedad.
Michael W. Apple pone de manifiesto que el currículo real no puede entenderse sin las referencias del contexto social, político, económico e histórico amplio en que las escuelas desarrollan su tarea. Este autor muestra cómo desde el ingreso al jardín de niños se aprenden nociones sobre juego, trabajo, comportamiento normal o no, que brindan significados sociales profundos que son imprescindibles para el orden social.
Basil Bernstein ha brindado una serie de esquemas conceptuales definidos como estilos educativos que se hallan en los diferentes niveles educativos que son emergentes de concepciones y necesidades propios de clase social. En el caso de la educación inicial, se trata a niño como si perteneciera a clase media, se da un estilo educativo - trato, maneras de comportamiento, lenguaje, etc.- típico de clase media. Estos estilos pedagógicos podrían generar conflictos entre la escuela y la familia, o entre los estilos educativos.
Robert Dreeben ha demostrado como los procedimientos de organización que adopta la escuela inciden en los valores, en las motivaciones, etc., de los alumnos, descubre la faceta no estrictamente intelectual del currículo oculto que fomenta la escuela, paralelamente al desarrollo del currículo escrito explícito. Los niños aprenden con la experiencia social de la escuela.
Es importante tener en cuenta estas cuestiones sobre el currículo oculto porque el conocimiento de estos procesos, permitirá al docente una reflexión y por lo tanto una práctica del proceso educativo en un sentido amplio.
Inquirir sobre los resultados no anticipados de la escolarización como una parte del proceso educativo es un antídoto contra una perspectiva cerrada. En términos prácticos, que el docente conozca estos procesos, es poco más que una referencia teórica, ello permitirá detectar situaciones que vive en la cotidianeidad, descubrirá los factores encubiertos y tendrá apertura mental. Este cambio en la concepción docente brindará respuestas más coherentes.
Una vez analizada y precisada la definición anterior, es necesario su complementación ya que los componentes que intervienen en el currículo oculto son múltiples. Si los doctos actuales en la disciplina no han podido fijar algunas descripciones, pero sí un gran número de principios admitidos que permiten comprender sus fundamentos y sus características esenciales. Corresponde a usted, querido lector, desafiar los retos que plantea el currículo oculto en la indagación de sus descripciones y sus manifestaciones.
El presente ensayo no debe ser considerado como un cúmulo de conocimiento sino como una herramienta más que permita modificar el pensar y el actuar. (Concluyo)


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

· GUTIERREZ García José (2004): La formación valoral, lo oculto. SEP. México D.F
· JOSÉ GIMENO SACRISTAN (1988): Teoría de la enseñanza y desarrollo del curriculum. Editorial Anaya. México D.F

· El curriculum del profesor de adultos (1989): ediciones Edinford S.A.

· Martiniano Roman Pérez y Eloisa Diez López (2008) Edita: Dirección Provincial de M.E.C. Unidad de programas educativos, Navarra, España.

domingo, 21 de febrero de 2010

Conduciendo la Educación.

Conduciendo la Educación.
POR: Lic. Ricardo de León Fernández.
En el verano del 2007 La Santa Sede publicó las “ORIENTACIONES PARA LA PASTORAL DE LA CARRETERA-CALLE” (1) documento pastoral que incluye “El decálogo del conductor” un texto en el que exhorta a los fieles a poner en práctica conductas acordes a su fe al conducir pues es un hecho que millones de personas pasan gran parte de su tiempo al volante y además esto es causa de un alto índice de muertes y accidentes. La información de la pastoral se hizo entonces noticia, el concepto del documento reducido y aislado a lo que de oficio la nota informativa demanda (su mínima expresión a manipular) tuvo una buena difusión no por su mensaje sino por su “atrevimiento” al mezclar lo profano con lo espiritual. Predominó durante unas semanas la nota burlona y superficial característica de los medios de comunicación. ¿Porqué lo sustancial del trabajo pastoral pasó por alto y en cambio ganó interés solo el dato aislado, el pretexto para la crítica recurrente, un espacio más para el sarcasmo?
La pregunta da para mucho pero ahora nos podemos concentrar en un solo aspecto: la reacción de los “líderes de opinión” ante un exhorto para cumplir principios determinados puede decir mucho de nosotros como sociedad.
En el caso de nuestro ejemplo es claro que las instituciones encargadas de la planeación, implementación, reglamentación y demás asuntos relacionados con el tránsito vehicular, no pueden ni deben cumplir sus objetivos de manera autónoma. El reglamento de tránsito no hace al conductor.
Se entiende que la coerción por sí misma no tiene alcance para hacer del conductor un buen conductor, a sabiendas las autoridades se valen de los medios de comunicación donde la persuasión emotiva complementa, refuerza y cubre lo que sus principios restrictivos no logran, de este modo se crean alianzas con la iniciativa privada para crear asociaciones civiles, campañas y programas de educación vial. Y bien entonces ¿porqué nadie toma a mofa, hace comentarios subjetivos y pasa por alto estos esfuerzos como sucedió con los diez mandamientos del conductor? Me atrevo a dar una respuesta: porque es más fácil ser obediente que ser responsable, emocionarse que comprometerse.
En el mundo de la educación formal sucede algo similar ya que es frecuente confundir lo laico con lo antireligioso, es decir, se da por hecho que la educación laica debe excluir (sino prohibir) aspectos espirituales en la misma mesa donde se de la bienvenida a competencias sustentadas en el “saber ser”.
Tener un pie en el pasado (por ejemplo el fantasma de la ley Juárez) y otro en el futuro (cuidar nuestra membrecía de la OCDE, no defraudar al FMI) a la hora de fundamentar un plan nacional para la educación nos dice algo seguro: no estamos pisando el presente. El hoy va en automático, provocando, entre otras cosas, una improvisación ante los problemas reales que se presentan en el día a día de todo centro de educativo. Ya no hablemos de dinero. Si las herramientas (principios) que se nos ofrecen para darle una dimensión espiritual (como ejemplo, el decálogo del conductor) al fenómeno de la educación vial son tomadas como simple chacota ¿qué hay de las que sugieren lo mismo para el universo de la educación? Una cosa es segura, no las tomamos con la seriedad que se merecen se piensa que la fuente no es de fiar.
Se dice que hoy pasamos por una crisis de valores, situación que parece nadie vio venir pues ya desde hace tiempo nos hemos preparado para abordar el tren del progreso, este nos ofrece la sensación de movimiento, de ser parte de un proceso que va hacia adelante y ahí vamos en las vías de desarrollo (decir tercer mundo ya no es políticamente correcto) donde ya es pertinente hablar de competencias en el ámbito educativo, de la construcción de una sociedad del conocimiento o de las tecnologías de la información y la comunicación, mientras los principios que dan significado a los valores humanos se ven como carga pesada, un lujo que no puede viajar en el mismo tren, ni usar las mismas vías. Así es como preferimos no llevar con nosotros la carga más importante.
Ante las consecuencias de esta desvirtualización de los valores, algunas instituciones educativas han implementado en su plan curricular ejes transversales de humanidades, ética o valores al resto de las asignaturas; otras agregan este material de manera extracurricular para así cubrir algunos aspectos urgentes de la comunidad. Parece insuficiente.
El hacer de los principios y valores un estilo de enseñanza, el esqueleto del currículum en lugar de simples asignaturas complementarias parece lejano. Muchos llegan a exclamar que esa labor no corresponde a las escuelas sino a la familia. Así es, a la familia del alumno pero también, en su momento a la del maestro, a la del director y a la de todos.
Tal vez la invitación la formación basada en principios nos llegue en el futuro no como dogma religioso sino como competencia espiritual dentro de un plan curricular, solo entonces habrá que ser competente en principios, obediente y emotivo.

Referencias:
(1) People on the move n° 104 (suppl.), august 2007. (2007, agosto 1). De la página electrónica: http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/migrants/pom2007_104-suppl/rc_pc_migrants_pom104-suppl_orientamenti-sp.html

miércoles, 17 de febrero de 2010

La implementación de reformas educativas y el Currículo.

La implementación de reformas educativas y el Currículo.
Por: Lic. José Alfredo Nic Couoh


El inicio de la década de los 90 fue el momento en que nos trataron de hacer creer que podíamos pertenecer al selecto grupo de los países desarrollados o de primer mundo, se firmo el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y Canadá, que poco nos duro el gusto al ver nuestra realidad en esa misma década; no estábamos preparados en todos los aspectos que se requieren para tal acontecimiento. En últimas fechas se sabe que no se invierte lo suficiente en investigación ni en educación, cuando en otros países han entendido que son los dos factores claves para el desarrollo económico, político y social, tal es el caso de Chile, Brasil y la India que están teniendo avances significativos en estos rubros, y como consecuencia economías más estables.
Las reformas en educación que se vienen implementando en los últimos años en nuestro país, son muy acertadas, sin embargo no es tan sencillo aplicarlas en su totalidad ya que en las escuelas públicas, especialmente en el nivel medio superior tenemos grupos de entre 45 y 50 alumnos (masificación de la educación), además de que a las autoridades les importa más las estadísticas de a cuantos alumnos se les dio cobertura sin importar el aprovechamiento y el nivel académico.
Es bien sabido que el nivel académico en países como los Estados Unidos ha mermado en los últimos años y por eso están implementando programas y políticas en materia de educación para no quedar rezagados e incluso superados por otros países como Japón, Suecia y Finlandia. Claro está que tienen bien claro que ahora el poder está en las sociedades del conocimiento. Un país que no invierte en investigación y en educación es un país que está condenado a depender de otros que cuentan con mejores niveles en tecnología, educación y en competitividad.


Hablar de una formación académica basada en competencias nos debe llevar a pensar y repensar que vinculación tienen la palabra competitividad y competencia.
La implementación de un currículo que pueda ir a la par de las grandes reformas en educación propuestas por diversas instituciones y organismos nacionales e internacionales nos debe llevar a plantear las líneas a seguir para superar las grandes deficiencias que tenemos en esta materia.
El diseñar un currículo no es tarea sencilla, ya que con los avances de la ciencia y la tecnología, aunado a los crecientes cambios en un mundo cada vez más globalizado, se requiere estar renovándolo y actualizándolo acorde a las necesidades que se requieren.
Además de que se necesita contar con toda la infraestructura y tecnología necesaria para que nuestros alumnos puedan desarrollar las competencias necesarias que demandan el sector laboral.
La tendencia en diseño curricular en la actualidad nos debería llevar a darle la debida importancia a la función social de la educación desde lo política hasta lo económico e incluirla en las intenciones, los objetivos, contenidos, metodología y secuencia de contenidos.
La tensión que provoca la elaboración de un currículo centrado en las necesidades del mercado de trabajo y las capacidades que las personas necesitan para llevar una vida plena y satisfactoria son dos aspectos que debemos tomar en cuenta para elaborar un currículo, ya que en la actualidad nos encontramos viviendo a un ritmo acelerado donde lo que importa son los logros alcanzados y la libertad de poder decidir y qué hacer con nuestra persona centrado en la individualidad, valdría la pena considerar seriamente si estamos cumpliendo y logrando las competencias que se propone en la reforma integral y los pilares de la educación propuesta por Delors.
Desarrollar competencias en lo laboral y lo personal para tener un desarrollo pleno como personas es una de las grandes tareas que tendrán no solamente incluirse en el currículo basado en competencias, sino también el diseñar las estrategias y las técnicas adecuadas para su correcto diseño, planeación, implementación y desarrollo dentro del diseño curricular.
Es posible combinar ambas para lograr lo anterior, no todos los cambios empiezan desde lo macro, claro está que muchos de estos cambios se pueden dar desde lo micro para poder darse los cambios que requieren en nuestro país y poder estar a la par de otros países. De no hacerlo seguiremos pagando las facturas como lo hemos venido haciendo.
Toda reforma implica que estamos evolucionando, eso es positivo porque se dan cambio y mejoras, el procesos es lento, pero se tiene que tener paciencia y hacer lo que compete hacer desde nuestra función como profesores.









Bibliografía:
ALEJANDRO, Rosas. Mitos de la historia mexicana, de Hidalgo a Zedillo. México, planeta 2006.

CAMACHO Segura Ricardo. ¡Manos arriba! El proceso de enseñanza-aprendizaje.
México: ST Editorial, 2007.

CAMACHO Segura Ricardo. Mucho que ganar, nada que perder, competencias:
formación integral de individuos.

Competencias genéricas y el perfil del egresado de la educación media superior.
México: SEMS-SEP, 2008.

ONTRERAS, Burgos Ana. Metodología de la investigación. México: ST editorial,
2008.

DELORS, Jaques et al. La educación encierra un tesoro. UNESCO.

GOLEMAN, Daniel. Inteligencia emocional. Vergara, 2006.

lunes, 1 de febrero de 2010

El curriculum y la psicología educativa.

“Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más, que lo que la educación hace de él” Immanuel Kant

El curriculum y la psicología educativa.
Por: Lic. En Psicología. Carmelina Mendiburu

A través de la historia, el hombre ha podido evolucionar gracias al desarrollo constante de dos tipos de aprendizaje ramificado en diversas disciplinas. Aquel derivado del conocimiento del mundo (historia, ciencia, etc) y el derivado del conocimiento de sí mismo (filosofía, psicología etc).
Es por esto que la educación no pudo limitarse al enseñar del conocimiento declarativo factual y debió integrar el conocimiento de uno mismo. La interacción entre estos dos elementos es ineludible así como el vínculo que existe entre la psicología y el curriculum educativo.
La psicología estudia al individuo, desde sus conductas observables hasta aspectos complejos como sus procesos mentales, así como su relación con el entorno. La psicología educativa es la disciplina que se ocupa de los procesos de enseñanza y aprendizaje; amplía los métodos y teorías de la psicología en general y también fundamenta sus propias teorías en el ramo educativo (Urbina, p. 575) El currículum es una construcción cultural, un modo de organizar una serie de prácticas educativas (Grundy en Gimeno, 1988) Abarca aspectos del proceso de enseñanza-aprendizaje que sobrepasan elementos de gestión administrativa y llega hasta aquellos de valor humano. La psicología educativa, toma un rol decisivo no solamente en el curriculum escolar, si no en todo el proceso educativo. Y aunque está considerada como una disciplina independiente, vino a adjuntarse al proceso educativo hace más de 100 años aproximadamente con la principal preocupación del estudio y tratamiento de niños con problemas de aprendizaje y desde entonces, aunque abarcando cada vez más, no ha dejado de ser parte substancial del curriculum escolar.
Sin embargo, en los tiempos modernos, las instituciones educativas se han orientado a la satisfacción de las necesidades económicas de las sociedades, es decir, el énfasis está en educar personas con competencias que puedan insertarse al mercado laboral sin dificultades. Más esto no se contrapone al aspecto humano que la psicología educativa le da al curriculum, y es que, el psicólogo educativo puede participar en todas los contextos del curriculum escolar, ya sea como agente de diseño curricular, elaborando diagnósticos de necesidades, seleccionando y organizando experiencias y contenidos, en la evaluación y cualquier otro. Y aunque los fines educativos tengan intereses sociales, económicos o políticos, la psicología debe enfocarse en que los procesos de enseñanza aprendizaje no le den menor peso al desarrollo humano.
Frente a este contexto, las instituciones educativas pueden adoptar 3 posiciones, (1) convertirse en una pieza más en el sistema de reproducción social, (2) mantenerse al margen de este sistema como alternativa educativa y por último, insertarse en dicho proceso de cambio de forma deliberada y crítica e influir en el mismo.(Villarini) La psicología, con el apoyo del currículum puede tomar responsabilidad de hacer que esto suceda, de darle al currículum esta orientación, ya que la inserción en el contexto sociopolítico es inevitable.

Frente a esta relación inquebrantable entre el currículum y la psicología, el objetivo primordial de la educación, debe ser integrar a la sociedad a personas con una formación integral y potencial humano capaz de aplicar competencias humanas que no solamente sirvan para su desarrollo profesional, sino para el bienestar de su medio.

Referencias Bibliográficas:

Urbina Soria, J. Compilador El desempeño laboral del psicólogo educativo. Un escenario futuro. En El psicólogo: formación, ejercicio profesional y prospectiva. México: UNAM
Villarini Jusino, A. El currículum orientado al desarrollo humano integral. Univ. De Puerto Rico. Organización para el fomento del desarrollo del pensamiento
Gimeno Sacristán, J. (1988) El curriculum, una reflexión sobre la práctica. Madrid. Morata.